Lo importante para tí

Todos tenemos prioridades en esta vida. Eso ayuda a enfocar nuestros esfuerzos, y nos permite a posteriori, evaluar la eficiencia de los resultados, en cuanto a si se corresponden con esas prioridades. Siempre escuché decir: "A los 30 años, ya debes tener profesión y casa, si quieres tener seguridad a los 60 años". Ser profesional, ¡es importante!!!!, tener familia, ¡es importante!!!!, hacer dinero, ¡es importante!!!!, e indiscutiblemente, que todo eso, ¡es importante!!!, pero, ¿cuánta importancia le das a tu relación personal con Dios?, lo cual no se refiere simplemente a si asistes puntualmente a la escuela dominical, o si cumples con el diezmo, lo cual ¡es importante!!!!, porque en el fondo, de tu tiempo personal, íntimo, ¿cuánto le restas de tiempo al Tv o al internet, para compartir con Dios?. Conozco un líder cristiano, quien por cierto es editor de dos blogs cristianos, los cuales nutre con muy poca frecuencia de posts, y cuando le pregunto por qué desaprovecha la oportunidad de suministrar a sus lectores el conocimiento que tiene de Dios, su respuesta es: "es que Facebook y Twitter me consumen mucho tiempo", y tal es el tipo de líder que critica al cristiano que no lo ve en la iglesia. Por eso decía, no es sólo ir a la iglesia, o diezmar, "porque no por obras serás salvo", y de hecho, muchos se han apartado, algunos para luego regresar, pero otros, para caer en una condición de vida peor a la que tenía al llegar al evangelio., dejando un pésimo testimonio a quienes previamente le conocieron por su activismo (obras, ¿con qué resultado?). El problema del caso citado en la anécdota, no es que no escriba los blogs que comprometió a Dios para su Honra, sino que claramente evidencia lo que para él ¡es importante!!!, y no es precisamente Facebook o twitter la fuente donde, pasando tantas horas, oiga precisamente sobre las cosas de Dios. Cuando Dios es importante para tí, no lo evidencias por obras de importancia que los demás alaben, sino por tu íntima y secreta comunión, que fiel y permanentemente mantienes con Dios. ¡Que tu primer y más importante ítem en tu agenda diaria, sea Dios!, cuando lo hayas marcado como cumplido en tu temprano matutino, encomienda a Él los demás ítems, y ¡déjale a Él que se ocupe de los resultados!.