Hagamos felices los días de compañía que comparten con nosotros los familiares que visitan la edad dorada. Nada de reproches, recriminaciones, o recordarles cosas dolorosas que deberían estar ya en el olvido. Mira a un anciano con detenimiento: son personas indefensas laboralmente, y muy susceptibles emocionalmente, por lo cual, veo como un "ABUSO" cualquier ofensa a personas que por su edad están susceptiblemente indefensos. Lamentablemente son muchísimos los casos de desconsiderada agresión verbal contra los ancianos. Eso es moralmente inaceptable. Eso no es cristiano. Eso tampoco evidencia un comportamiento espiritualmente elevado. Son inaceptables las lágrimas de un anciano producto de un desconsiderado familiar que no mide las consecuencias devastadoras que sus dichos y hechos provocan en tan dignos seres (independientemente de su pasado, porque la edad es su dignidad, y es una bendición de Dios para ese ser). ¡Un anciano es una responsabilidad muy seria!!!!!!!, y muy dignificante, la cual Dios te ha asignado, y jamás lo puedes ver como una carga. Si un anciano no te inspira amor de ningún tipo, pienso que tu corazón es muy pobre de amor, o por lo menos el Amor de Dios no te ha cambiado aún. Que la Justicia de Dios de el merecido a tanto hijo ingrato, hacia padres ya ancianos. Por otra parte, el Gobierno debe tomar muy en serio la tarea social que le corresponde respecto a la asistencia a los ancianos, velando por el óptimo estado de los establecimientos geriátricos y promoviendo cualquier tipo de programa social que dé alivio emocional al anciano, y esto lo escribo a propósito del hecho que algún funcionario ligado a esta labor pudiera estar leyendo este post y la idea es sensibilizarlo en la responsabilidad ante Dios de poder ayudar a un anciano y sacarlo de una posición negligente o indolente ante tan digna tarea social.
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