
Cuando escucho una bella melodía siento cierta nostalgia porque me agradaría tener ese talento para legar a la humanidad, composiciones que inmortalicen a Dios y al amor. Lo suplo con la escritura, que es mi talento natural. Y la oportunidad de escribir este post la hago propicia para motivar a quienes tienen talento musical, a que ayuden a construir un mundo más humano, más identificado con Dios, componiendo temas pertinentes a ese objetivo. Porque la música es un medio muy agradable para expresar la Grandeza de nuestro Dios. La cualidad que más admiro del arte musical, es que resulta tan sublime a los sentidos, que genera un éxtasis y un rélax muy particulares, y eso hace que a tanta gente le sea preferente el descanso con el acompañamiento musical, y por supuesto, es una razón más que justificada para alabar a Dios a través de la música, ya que en esas composiciones muchos obtendrían no sólo rélax sino inspiración a Dios.
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