Una oportunidad al amor en tu hogar.

Cuando entras en un hogar donde reina el amor, lo respiras en la misma puerta de entrada. El amor no es sólo un sentimiento, es una energía positiva que recarga con entusiasmo y optimismo, y además dá un relax especial a tu hogar, trabajo, o ambiente donde estés. No es sano, ni recomendable, ni ético, ni cristiano, ni espiritual, ni aceptable en ninguna forma, el clima de enemistad dentro de tu propio hogar. Hay familias donde dos, o más miembros pasan largo tiempo enojados, y pasa incluso a verse como algo normal; y no falta, quien en lugar de propiciar la reconciliación, le "arroja más leña al fuego". Mi mensaje para hoy es muy contundente: DALE UNA OPORTUNIDAD AL AMOR EN TU HOGAR, y regálense hermosos abrazos reconciliadores en familia. Entiendo que algunos lo oigan cursi, o como un juego de parafrasear citas clichés. Pero, ¡no!, no es así. Ojalá ese fuera el caso. Porque es tristemente verídica la condición de muchos hogares donde la semilla del Amor de Dios le han cerrado el corazón, evitando que sea Él quien arregle las diferencias, y lo planteo así, porque no tengo la inteligencia requerida que me haga entender ¿cómo puede reinar el Amor de Dios en un hogar con miembros enemistados?. Si te cierras al amor, te cierras al Amor de Dios, porque así como es imposible la vida del pez fuera del agua, es imposible la Presencia de Dios en un ambiente de odios. Los enemigos del amor, como son los celos, el orgullo, el resentimiento, las detracciones, han ganado el terreno donde un padre y un hijo no se hablan: por favor, haciendo propicio el ambiente de amor navideño, reprende esos indeseables enemigos del amor, y ¡DALE UNA OPORTUNIDAD AL AMOR!.