
Que Dios nunca te desampara ni de día ni de noche. ¡Amén!
Que la Protección de Dios, espanta toda maldad hacia tí o hacia los tuyos. ¡Amén!
Que la Provisión de Dios, impide la visita del hambre a tu casa. ¡Amén!
Que Dios te bendice permanentemente, aún no estando tú consciente de ello. ¡Amén!
Que Dios te colma de su Sabiduría e inteligencia, capacitándote no sólo para su obra, sino para concretar exitosamente tus negocios o asuntos profesionales.¡Amén!
Que Dios conserva y restaura los decaimientos en tu salud.¡Amén!.
Ante todas estas maravillas, y otras más que se excluyen en virtud de espacio de redacción, sólo podemos exclamar: ¡Amén, Amén!.

No hay comentarios:
Publicar un comentario