Laberintos humanos.

Lo más probable es que el 99,9% de los lectores y seguidores de este blog sean cristianos, que ya han tomado la decisión por Cristo. Pero, hay 0.10% que quizás por coincidencia, sin premeditación, incluso quizás sin interés, logró conseguirse con este blog, y con la reflexión de hoy, la cual versa sobre laberintos humanos. Es que sucede, que en algún momento de tu vida, sientes que estás atrapado en los laberintos de la vida, es decir, ves tantos callejones por donde continuar, pero ninguno parece llevarte a ningún lado, ni ninguno parece llenar el vacío de tu vida. LLegas a pensar que estás "cansado de tanto nadar, para morir en la orilla" como lo reza el refrán, es decir, de hacer tantos esfuerzos inútiles. Ese preciso momento, de verte atrapado en los laberintos de la vida, es el propicio para que hagas una necesaria pausa y pienses, ¿qué me está faltando?, porque si no logras resultados, es porque lo más importante te sigue faltando. Concretamente, te está faltando llenar el vacío del vaso de tu corazón, que no lo llena ni dinero, ni sexo, ni éxitos, todos aunque placenteros , ¡son pasajeros!, y al esfumarse vuelves al punto de partida de vacío espiritual. La solución es Jesucristo, porque Él elimina esos laberintos humanos, dándo luz y certeza al camino que tienes que recorrer, y sobretodo dándote Vida Eterna, que es la única satisfacción permanente que rebosa a tu espíritu, porque lo llena de la esperanza de una mejor vida. Los laberintos te mantienen encerrado en confusiones y desconsuelo, pero Jesucristo te llena de plenitud y vida.