La oración proviene de un corazón agradecido.

¿Por qué orar?. Sin ir por las ramas: "por pura muestra de agradecimiento a Dios". Y ahora es cuando sobran motivos de agradecimientom a Dios. Agradecidos por habernos creado. Agradecidos por proveernos de alimento, vestuario, salud, trabajo, amistades, etc. Agradecidos por su diaria protección, guía, consuelo y fortaleza. Agradecidos por darnos el regalo de la salvación por medio de la muerte de Jesús en la cruz. ¡Créeme!, ésta lista está bastante falla aún de motivos de agradecimiento a Dios, pero, por respeto a la brevedad del post, aceptemos las razones citadas. Orar es agradecimiento a Dios. Quien no ora, muestra una insensible e injustificada ingratitud hacia Dios. Es decir, que no es sólo cuestión de negligencia o de pereza, o incluso de ignorancia, sino de ingratitud, tal cual, como vemos ingratitud en tantos hijos que irrespetan a sus padres pese a largos años de proveerles, casa y todo lo demás. Por cuanto, la ingratitud es muy frecuente en el hombre, no debemos mostrar asombro, cuando se afirma que la falta de oración sólo puede provenir de un corazón ingrato. Hoy tempranito, ora a Dios, dándole gracias por todo lo que te ha concedido.
Nunca olvides esta inspiradora verdad: ¡Dios te ama!, y al tenerlo siempre presente, siempre tendrás motivos de agradecimiento. Amén.