El sentimiento de "amor cristiano" debemos verlo como un mandamiento, y no como un sentimiento: es que amar solamente a los que nos aman, no es muestra fehaciente de la tranformación de nuestra persona por el Espíritu Santo. Evidentemente que amar a los enemigos no es fácil, pero es nuestra obligación hacerlo porque el Señor así lo establece en las Escrituras, lo cual lo leemos en Mateo 5:44-48. De manera que si tienes alguna causa de separación con tu vecino, con tu hijo, con tu cónyuge, con quien sea, debes primeramente arreglar esa situación para buscar luego de Dios. Hacerlo testificará al mundo que somos Hijos de Dios, transformados por su Gracia, y que buscamos ser sus dignos imitadores. Recuerda que para consultar sobre mis recientes publicaciones en éste y en mis otros blogs, puedes hacerlo consultando en mi twitter @blogsdeangelpaz. Gracias.
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