El prócer de la independencia de Venezuela, el heroico Simón Bolívar, fue educado por el mejor educador de su época, el ilustradísimo Simón Rodríguez. Alejandro Magno, el conquistador macedonio lo fue por un maestro también ilustradísimo: Aristóteles. La obra de ambos guerreros y su brillantez intelectual, es el reflejo de las enseñanzas de sus maestros. Pero tú tienes un maestro mucho mejor que Aristóteles y Simón Rodríguez: tienes a Jesús, que lo conoces a través de su Palabra y tiene comunión espiritual contigo a través de la oración. Jesús es el maestro de maestros, porque sus enseñanzas provienen de la misma mente de Dios; y porque su mensaje es universal, que es el amor. Así como a Bolívar y Alejandro se le encargó su educación a las mentes más ilustradas de su época, encarga la educación espiritual y ética de tu hijo a Jesucristo, a través de las sabias enseñanzas de sus amorosos maestros de Escuela Dominical.
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