Hoy se celebra en todo el mundo el Día del Trabajador, y esto es acompañado de artículos de prensa, programas de TV especialmente dedicados a la ocasión, avisos publicitarios, festejos, etc. En las iglesias también se incluyen actividades con tal orientación; pero caigo en la siguiente reflexión: ¿por qué no se agasaja a los trabajadores para Dios?. A los pastores, a los misioneros, a los diáconos, al maestro de escuela dominical, a los colaboradores en repartir volantines en las calles con la palabra de Dios, etc. Los empleados de Dios también merecen ser agasajados, y con mayor razón. Felicítalos. Agasájalos como lo hacen con cualquier trabajador. Si deseas, dáles algún regalo tal como lo hacen los patronos en su empresa, que les dedican a sus empleados, un almuerzo, los premian con diplomas o bonos, etc. Así como en las empresas se dedican a recordar la trayectoria de empleados sobresalientes, dedica algún programa que realce el abnegado trabajo de misioneros en lugares recónditos, o de colaboradores en cárceles, en geriátricos, en hospitales, o de líderes que han logrado fomentar células evangelísticas en sus liceos o en el vecindario. ¡Dios bendiga todo aquel que trabaja para su obra!, y haciendo eco a miles de voces en todo el mundo, yo también exclamo: ¡que viva el día del trabajador y los trabajadores!.
Buscar a Dios al alba, es la mejor forma de empezar el día. Una breve "reflexión espiritual" te ayuda en ese objetivo, y es lo que te ofrece este blog, plasmando la cotidianidad en términos espirituales. Acompaña la lectura con una oración de fe, y ... verás excelentes resultados. Si deseas envía estas reflexiones como mensajes de texto a celulares de amigos. ¡Construímos una mejor sociedad, impactándola con el mensaje de Jesús!. Autor: ANGEL PAZ (Oct.8-2010)
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