Cuántos problemas de todo índole afectan a un país; Venezuela no es la excepción. Por eso entre las prioridades de oración en un matutino, debería estar el orar por tu país, tal como hoy clamo yo por mi país. Tan importante como respetar la bandera, o cantar tu himno nacional, también lo es el tener presente en la oración a la tierra que nos vió nacer y que nos colma con sus bendiciones natuarales. Nuestro país es nuestro hogar, por eso orar por tu hogar incluye a tu país tambien. Nuestro país es la herencia que vamos a legar a nuestros hijos, razón suficiente para orar por nuestro país. Dios bendice a las naciones porque escucha las oraciones de sus hijos.
Buscar a Dios al alba, es la mejor forma de empezar el día. Una breve "reflexión espiritual" te ayuda en ese objetivo, y es lo que te ofrece este blog, plasmando la cotidianidad en términos espirituales. Acompaña la lectura con una oración de fe, y ... verás excelentes resultados. Si deseas envía estas reflexiones como mensajes de texto a celulares de amigos. ¡Construímos una mejor sociedad, impactándola con el mensaje de Jesús!. Autor: ANGEL PAZ (Oct.8-2010)
lunes, 23 de septiembre de 2013
lunes, 16 de septiembre de 2013
La bendición de mi trabajo.
Se aprecian las cosas, cuando no se tienen o cuando se pierden. Veo muy deplorable la condición humana de los indigentes y muy triste la situación de los desempleados y, no puedo menos que darle gracias a Dios por la bendición de mi trabajo, por lo cual encomiendo a su Guía toda acción o pensamiento que comprometa mi responsabilidad y estabilidad laboral.
lunes, 9 de septiembre de 2013
Rechacemos la guerra en nuestras oraciones.
Es muy triste que la evolución histórica de las sociedades se ha dado a través de incesantes y sangrientas guerras, algunas con numerosísima cantidad de víctimas civiles y militares; tal como fue el caso de la 2da.Guerra Mundial, tan detestable y oscuro hecho de la historia que hizo pasar a mucha gente inocente por el llamado "Holocausto Judío". Y, lo más triste es que luego de esa guerra, se han dado otras de menor escala, por el dominio geopolítico de áreas estratégicas ricas en petróleo, o por razones ideológicas, incluso por razones étnicas. La humanidad está tan habituada a la guerra que ya hasta hablan de "la causa de las guerras del futuro", que será por el control de las fuentes hídricas, sin ponerse a pensar en alguna solución para paliar ese problema. Cuando tengas tu matutino diario, no dejes por fuera orar no sólo por la paz, sino orar por todas las razones que impulsan al estallido de un conflicto militar, lo cual muchas veces es debido a mentes enfermas que gobiernan los países, o a ausencia de medidas y sanciones efectivas de parte de la ONU para frenar a estos individuos belicistas. Ora por el cese de las guerras. Ora por los gobernantes para que no se enfermen de fantasías guerreristas. Ora por la ONU, para que haga mejor su trabajo de mantener la paz.
lunes, 2 de septiembre de 2013
El matrimonio, Dios y tú.
El matrimonio es una bendición de Dios para un hombre y una mujer que se aman. Se trata de un decisión muy seria, muy trascendental en tu vida, que no debes tomar a la ligera. Porque sucede que no sólo te comprometes con tu cónyuge, y con la sociedad, sino más importante aún, estás adquiriendo un compromiso formal ante Dios, que por si no lo habías meditado deberás luego rendirle cuentas a Él sobre tu administración del afecto conyugal y del ejercicio de autoridad familiar. El matrimonio es parte del Plan de Dios para implantar la institución familiar en la tierra, y situaciones como el divorcio, el irrespeto, el abandono familiar, la infidelidad (tanto masculina como femenina) o el maltrato familiar, entre otras, son aberraciones dentro de dicho Plan, y acarrean la aplicación de la Justicia Divina en tu vida por ser infractor ante ese sagrado compromiso formal ante Dios sobre formar una familia. Se trata de un triángulo: el matrimonio, Dios y tú, donde el elemento más comprometedor es tu responsabilidad conyugal, porque el matrimonio como institución te brinda la oportunidad de unirte a tu pareja, Dios bendice esa unión, ¿y crees tú que no tienes responsabilidad en ese triángulo?.
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