lunes, 5 de agosto de 2013
La esposa virtuosa
Una reflexión muy oportuna, porque la "ayuda idónea" del esposo es su esposa, pero, ¿qué ocurre cuando otros aspectos importan más?. Cuando la mujer se ocupa más de no engordar, o de hacerse cirugías en pechos o nalgas, o dar más tiempo a la profesionalización que al hogar, o de ampliar su "círculo de amistades profesionales", la lista es más larga, dejémosla allí, para reflexionar: ¿en qué ayudan esos intereses, más de vanidad que de espiritualidad, al trabajo del padre que está pensando en su labor de levantar un hogar fiel a Dios?. ¿Qué relación tiene la fidelidad a Dios con hacerse cirugías en nalgas?, ¿qué mensaje espiritual ve una hija en una madre que desatiende a su esposo por sus nuevas amistades profesionales?. Es decir, es asunto de ver la triple responsabilidad de la mujer, ante Dios, ante su esposo y ante su familia. Buena influencia no es modernizarse aceptando galanteos de doble sentido masculino, ni desacatar la autoridad del esposo, ni "ingerir 2 o 3 copitas por compromisos sociales" ante amigos profesionales. La mujer de Dios es de conducta recta en todos sus actos, y esa rectitud incluye fidelidad y respeto al esposo, como buen testimonio ante los hijos.