Leyendo y escribiendo sobre Dios.

Siempre me ha gustado la lectura, y por ello quizás mi pasión por escribir. En la lectura, descubro las Grandezas de Dios; mientras que en la escritura plasmo mi gratitud por sus Bendiciones en mi vida. La lectura me enseñó que no hay tema más importante que Dios; la escritura me enseñó que no hay tema más gratificante que Dios. La lectura me enseñó que la personalidad más importante de todos los tiempos es el Señor Jesucristo; la escritura me enseñó cuánto agradecen las almas compartir con ellos algo sobre las maravillas de Dios. Siempre que tengas oportunidad de leer sobre Dios, si no lo puedes proclamar con escritos, proclámalo con tu boca.