
Esconderse de Dios, ¡imposible!. Nunca olvido la doctrina recibida de niño: "Dios mira para abajo, y castiga sin palos ni rejas". Por eso, debemos cuidar que nuestro proceder tenga como ejemplo el imitar a Jesús, quien no rehuyó de la misión que le encomendó Dios; porque la otra salida es imitar a Jonás, pero su desobediencia le causó su conocida experiencia de ser tragado por una ballena. Dios tiene una tarea para nosotros, que es llevar el evangelio a toda criatura, y, debemos usar nuestras capacidades para cumplir esa misión.
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