La foto que retrata a Hugo Chavez en la conocida postura de oración, habla elocuentemente de que no es inteligente enemistarse con Dios, ni es prudente proferir acusaciones contra la Iglesia ni siquiera por razones ideológicas, porque en algún momento tendrá que humillarse esa persona ante la Presencia de Dios, reflejando que ante su Presencia "todos somos iguales" y a todos nos llega el momento de tener que acudir a su Divina Protección. Él como Presidente, con una visión cristiana muy polémica, tuvo que reconocer la Majestad de Dios ante la Humanidad, porque "ni todo el petróleo de Venezuela puede hacer nada por su salud si no es la Voluntad de Dios". A veces la crisis provocada por una enfermedad son las señales de Dios para acercarnos ante su Presencia Divina, que nos proteja de las garras de enfermedades o cualquier otra expresión de infortunio.
La cabeza rapada de Chavez fue la señal inocultable al mundo de su enfermedad, y sus manos clamando como cualquier mortal por la ayuda de Dios, que sirvan de testimonio al mundo que no somos ni inmortales ni todopoderosos ante nuestro destino, y sólo por Voluntad de Dios, las cosas pueden operar para tu bienestar. La fe en Dios no es una fe de las clases pobres, porque hasta "las altas figuras de la política", cual pobre humano, tiene que acudir a Dios a pedir su favor. Tampoco la fe cristiana puede ser predicada como "arma imperial de dominación ideológica" porque puedes terminar con la cabeza rapada como señal del respeto que debes a Dios. 
Muchos de los militantes de Chavez que en el pasado aplaudieron sus declaraciones ideológicas que irrespetaban a los líderes religiosos que mantienen bajo su oficio la fe cristiana, hoy, acuden a esas mismas Iglesias a orar por la salud de quien antaño no mostró el debido respeto, y eso debe ser un claro mensaje para el mundo cristiano, que Dios es Soberano y es también Dios de Amor, por tanto, si la persona se retracta y se reconcilia con Dios, puede recibir la bendición divina, que en este caso es el restablecimiento de la salud.
Ante los Ojos de Dios todos somos iguales, sean presidentes, reyes, obreros, no importa prestigio, posición, rango o raza, todos somos iguales ante Dios, y en algún momento tendremos que requerir de la ayuda Bondadosa de Dios. Y, es muy delicado retar a Dios, o irrespetar los líderes espirituales que predican la Palabra de Dios.
Quiero aclarar que el propósito de este blog no es invadir el terreno político o el ideológico. Pero, cuando en un país, por años se viene inyectando el contenido ideológico en la enseñanza cristiana, se me hace como que muy propicio y oportuno destacar que esas mismas personas que quieren ideologizar la Persona de Jesús o el evangelio, "pueden terminar con la cabeza rapada", porque es tan sencillo como que a "Dios se le respeta".
Me veo tentado a terminar este post con un breve y sabio adagio que escuché a los abuelos, y es este: "Con las cosas de Dios no se juega",....¡cuidadito pues con subestimar la Potestad de Dios sobre todas las cosas en este mundo!. Todos tendremos que rendir cuentas a Dios, y ni con petróleo ni con dólares, puedes comprar el boleto que te exima de esa responsabilidad.
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